Los cambios estructurales en la política nacional y sus efectos sociales, a raíz de las recientes elecciones presidenciales que tuvieron lugar en nuestro país hace apenas un par de semanas, traen consigo un panorama que por lo pronto comienza a decantar las incertidumbres que generaba el enfrentarnos como sociedad a una de las transiciones gubernamentales más temidas y esperadas de los últimos años.
Con inicio, en las próximas semanas, del nuevo gobierno elegido por voto popular, el país comienza un nuevo periodo de cuatro años lleno de expectativas, por ejemplo, por decisiones del ejecutivo que ayuden a mejorar las condiciones de vida de los colombianos en general, una gran parte de los cuales, han sufrido las consecuencias de la recesión financiera que dejó a su paso la pandemia; decisiones que a su vez, también devuelvan la confianza económica de los inverionistas por políticas que no limiten, como se ha temido durante mucho tiempo, la propiedad privada, y que por el contrario fomenten el desarrollo y la iniciativa empresarial como eje central del crecimiento del país.
Los retos en el sector de la construcción son claros para el nuevo gobierno, sus políticas de igualdad y disminución de la pobreza tendrán que incorporar la posibilidad de que cada Colombia no acceda a una vivienda propia y digna, y este componente solo es posible integrando al empresariado y toda la cadena de valor de la construcción a la apuesta de país de los próximos años. Este componente de vivienda digna necesariamente tendrá que llevar a mantener y por qué no, ampliar subsidios y coberturas en todos los niveles socioeconómicos, superando así las cifras que el gobierno saliente deja a partir de lo que ellos mismos denominaron Colombia el país de propietarios, una política con metas cumplidas, «»Los resultados del año 2021 son realmente asombrosos. cada 2 minutos y me dio en promedio una familia colombiana logró cumplir el sueño de tener su vivienda propia, y lo mejor es que estamos llegando a los hogares que más necesitan de nuestra política de vivienda, pues en la actualidad 4 de cada 5 subsidios VIS que entrega el Gobierno Nacional son «para familias que ganan mensualmente menos de 2 salarías mínimos»» (ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón).
Ahora bien, el fortalecimiento del sector de la construcción y su articulación con las polí ticas de vivienda, requieren también una atención directa y una mirada integral hacia otros problemas coyunturales que vive el país, para evitar una mayor devaluación del peso, la especulación en precios y un deterioro de la con fianza inversionista. Por lo pronto el fomento de la construcción de vivienda VIS que representa, según cifras del ministerio de vivienda, ciudad y territorio (enero, 2022), el 72% del total de viviendas nuevas adquiridas por los colombianos, requiere un impulso mediante la ampliación del tope que actualmente es de 150 SMLMV. como una forma de contrarrestar la desmedida alza en el precio de los insumos y una muestra de apoyo por parte del nuevo gobierno a todos los integrantes de la cadena de valor de la construcción, que se convierta además en un voto de confianza para seguir estrechando lazos de desarrollo social por todos los territorios del país.
